En el día a día pueden surgir situaciones que nos generen conflicto, inconveniente, disgusto, molestia o preocupación, ya sea al encontrar dificultades en la consecución de nuestros objetivos (de trabajo, económicos,….) o en la relación con otras personas.

Relajar la mente mediante la meditación; conseguir un espacio mental amplio y calmado para darnos cuenta de lo que estamos sintiendo y para ver cómo nuestra mente está interpretando la situación; aprender a  desarrollar las cualidades internas positivas  o a darnos cuenta de la mente que se centra en exceso en nosotros mismos, son algunos de los aspectos que te planteamos para trabajar en transformar problemas.

Estas técnicas y conocimientos facilitan que podemos romper el diálogo recurrente y circular de dar vueltas a la situación una y otra vez, favorecen que fue salgamos de emociones, que como el enfado, nos causan malestar, abren la puerta a que nuestra interpretación de la situación contemple nuevos puntos de vista.

La motivación básica para ponernos a realizar este trabajo interior es darnos cuenta que ante esas circunstancias estamos sufriendo y que lo que realmente queremos es ser felices, no queremos los problemas, queremos la felicidad.

Qué experiencia tenemos

La psicología y filosofía budista plantean que lo que experimentamos dependen de nuestra mente, de nuestra interpretación. Todo el sufrimiento y la felicidad vienen de nosotros mismos. No vienen de fuera, ni de otros. Es transformando nuestra mente como realmente transformamos los problemas.

Plantea que la mente es plástica, que aunque nos cueste creerlo podemos llegar a transformar pensamientos, emociones y patrones mentales que nos dañan, no importa cuánto tiempo haga que nos hayamos familiarizado con ellos; así como desarrollar cualidades beneficiosas de forma ilimitada.

La clave de esa transformación estaría en responsabilizarnos de lo que experimentamos, tomar el control de la situación.

La forma de realizar esa transformación que propone es el conocimiento y la puesta en práctica de métodos basados en la experiencia y en lógica desarrollados a lo largo de más de 2.600 años por avanzados filósofos y meditadores como una ciencia de la mente interior:

Adiestramiento mental (Lojong), un método para identificar y abordar tanto los pensamientos distorsionados como las emociones negativas.

Tonglen, una práctica para destruir el pensamiento egoísta en base a reconocer y hacernos cargo del dolor, el nuestro y el de los demás, y liberarlo en forma de felicidad.

Guía para la Conducta del Bodhisattva, un manual de vida que profundiza en cómo desarrollar de forma perfecta las cualidades (paciencia, generosidad, conducta ética, entusiasmo, concentración, sabiduría) de la mente más altruista, la del Bodhisattva.

De estas prácticas, entre otras, actualizadas a un lenguaje actual, proceden algunas de las tendencias actuales de desarrollo interior que  aportan valiosas herramientas para la vida cotidiana.

Reflexión

un aprendizaje
valioso

Una mente preparada que no tiene sensación de problema

Para poder trabajar con un problema o una situación difícil, que no te cause ansiedad,  que no te genere enfado y demás, una posibilidad es aplicar en ese momento un antídoto o usar una técnica pero pienso que es mucho más importante una práctica continuada sólida y estable.

Se trata de meditar en el Lam rim todos los días y no sólo en algunas partes sino gradualmente ir repasándolo todo. Sin elegir lo que te gusta, y dejar de lado lo que no, sino de manera consecuente y continua.

Esta es la base real, porque si tu mente se hace más sosegada, más estable en el día a día, tranquila, meditando en el Lam rim, cuando surja una situación dada, habrá menos probabilidades de que te sientas desbordado por emociones negativas como el enfado el apego o el deseo: estarás mucho más preparado para afrontar la situación.

En cierto sentido es hasta casi más natural porque hay más probabilidades de que la veas tal y como es y no como una proyección tuya o de tu kharma.

Alguien que ha estado familiarizándose con la impermanencia día tras día, meditando de un modo correcto y efectivo puede aceptar mucho más fácilmente la muerte, la separación y los cambios de una situación.

Es mucho más fácil de aceptar porque la mente está preparada, está más próxima a la realidad. Si te estás familiarizando con esta realidad de que los demás existen, experimentan sufrimiento y no quieren sufrir lo mismo que tú, es sencillo, es la realidad que conoces, los demás existen, son importantes, tienen problemas y sufren igual que nosotros.

Si día a día te has estado familiarizando con ello en el momento en que surge la situación, por ejemplo un problema con alguien, tu actitud es ya, la de pensar menos en ti mismo y más en el otro. Así que casi no tienes un problema porque te das cuenta de que si en la mayoría de las situaciones surgen problemas, si existen o parecen existir, se debe a la mente egoísta, al apego a la propia felicidad. Esta es la verdadera raíz del problema.

Eso no quiere decir que externamente no se esté dando una situación difícil. Pero dentro de ti no hay esa sensación de problema que te hace reaccionar de modo emocional, con enfado, celos, preocupación o con una mente perturbada.

Esta difícil situación se complica porque tu mente se ve afectada por ella. Mientras que cuando una situación es difícil, tienes en tu mano la solución, si realmente te preocupa la otra persona, por lo que pueda estar pasando o experimentando, si quieres de verdad ayudarle, si de verdad quieres ayudarle, ya no hay problema. La situación puede ser difícil pero no hay un problema realmente. Me refiero a la mente, a tu mente, que no se ve perturbada ni infeliz.

Venerable Roger Kunsang
Extracto de contenido del programa «Descubre budismo»


¿Cómo se trabaja con los problemas?

A menudo sentimos que somos los únicos con problemas. Pero ¿dirías que todo el mundo tiene problemas? Pero nuestros problemas son peores que los de los demás, así que deberíamos ser nosotros el objeto de la simpatía, ayuda y compasión de los otros; y que la forma de transformar los problemas es que la gente deje de fastidiarnos. Pero en realidad eso no sería apartar nuestros problemas sino pasárselos a otro...

...diciéndole que  es la fuente de nuestros problemas y creyéndonos que está en los demás la raíz de nuestros problemas. Cuando en la vista se tiene la visión de que uno es una personita ya algo mayor, inocente y encantadora, maravillosa, alegre, que no querría dañar a nadie, y sin embargo toda esta gente tan desagradable, cruel, viciosa e incomprensiva es la que me acusa tantos problemas. Tenemos que abandonar la idea de que los demás son los culpables,  porque creo que como país y como cultura nos gusta señalar a otros, echarles la culpa. Tú eres el culpable, tú lo hiciste y vas a sufrir.

Si hay un problema, buscamos alguien a quien atribuírselo, alguien a quien hacer sufrir, pensando que si otro sufre, nos sentiremos mejor. Pienso que toda esta visión de la vida no funciona, porque no se trata de buscar una sola causa ya que todo es interdependiente y todo el mundo contribuye en algo. No se trata de encontrar la causa y así poder castigar a alguien.

Entonces, ¿cómo se trabaja con los problemas?, ¿Cómo se transforman? Depende de cómo consideremos la situación.

Para empezar, hay que definir lo que entendemos por problema. Si te ocurre algo con alguien lo puedes llamar problema o también oportunidad. Es similar a la diferencia que hay entre ver las cosas desde un punto de vista mundano o espiritual. En el ámbito mundano, ponemos la etiqueta problema a la situación en la que no se satisfacen nuestras necesidades y deseos. ¿No es está nuestra definición de problema? Cuando no se satisfacen nuestras necesidades y deseos, cuando nuestras expectativas no se cumplen, cuando no ocurre lo que habíamos planeado. Nos hemos hecho una idea de la situación y lo que estamos buscando es el placer y felicidad; y que sea como queremos, y tener razón. Nuestra meta es algo así. La meta que buscamos en cualquier situación es la de mi felicidad. Cuando este objetivo de mi felicidad y mi felicidad mejor ahora que más tarde lo llamamos problema. Este es nuestro modo mundano y habitual de ver las cosas, ¿verdad?

Si somos practicantes espirituales la finalidad de la situación no es mi satisfacción. Pensad un poco en ello. ¿Podéis imaginar en la vida, no buscar el propio placer, la propia felicidad? ¿Os parece posible? Cuando intentamos llevar un camino espiritual en cualquier situación nuestra meta no es mi felicidad. Nuestra meta es aprender quiénes somos y quiénes son los otros. Nuestra meta es mediante este aprendizaje, poder purificar la mente y desarrollar buenas cualidades. Nuestra meta es, por medio de este aprendizaje, poder contribuir al bienestar del mundo, y ayudar a otros seres a recorrer el camino a la iluminación y también ayudarles en las situaciones cotidianas.

Cuando cambiamos el modelo a seguir, cuando en una situación en concreto, nuestra meta es diferente, entonces es mucho más difícil que tengamos problemas. De todas nuestras experiencias, de todo lo que hacemos siempre hay algo que aprender. Si vivimos la vida con esta actitud: mi propósito en esta situación es aprender algo, que al final del día habrá sido útil para mí y para los demás, nunca tendremos problemas porque todas las situaciones nos sirven de aprendizaje. Cuando nos centramos en el adiestramiento y en la práctica, dejamos de esforzarnos en que los otros cambien o sean diferentes para que dejen de causarnos problemas, porque comprendemos que a un cierto nivel, no podemos.

La transformación de los problemas empieza aquí - con esto. Se empieza observando nuestras reacciones en todas las situaciones en las que nos encontramos. Y ser capaces de observar nuestras reacciones de un modo honesto, sin cubrirlas no ser poco realistas. Ser capaces de sentarnos y observar, alguien está actuando de este modo, ¿por qué reacciono así? ¿qué creo que necesito de esta persona que no me está dando y de dónde viene realmente el contentamiento?

Cuando estás satisfecho, ¿te enfadas? Cuando estás satisfecho, ¿te pones celoso? Cuando estás satisfecho, ¿guardas rencor? Cuando estás satisfecho ¿estás lleno de codicia y de deseo? Cuando estás satisfecho, ¿escondes tus defectos y pretendes no tenerlos?  Cuando estás satisfecho ¿pretendes ser alguien que no eres para impresionar a los demás? Cuando estas satisfecho y contento en la mente, de modo natural, actuamos con bondad. Todas las emociones negativas y los comportamientos que conllevan se calman automáticamente porque no hay un sentimiento de insatisfacción o desasosiego dentro de nosotros que puedan producir esas actitudes y comportamientos.

Venerable Thubten Chodron
Extracto de contenido del programa "Descubre budismo"

Recursos

Actividades y cursos para abordar dificultades de manera nueva

Calma y espacio

Meditación

La naturaleza de la mente es calma. El bullicio de pensamientos y emociones no forman parte de la naturaleza esencial de la mente, sino que son un producto.
Cuando en la meditación se deja reposar la mente de forma natural, sin reaccionar, la mente se calma y el volumen de pensamientos se reduce. Desde esa calma incipiente se puede investigar la mente, ver su estado y identificar las emociones que la perturban.

Me interesa meditar
Cualidades mentales positivas

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Frente a cada una de las actitudes que nos ocasionan malestar (enfado, envidia, falta de confianza...) existe una actitud antagónica (paciencia, alegría, generosidad...) que proporciona felicidad, es su antídoto.
Esta es una sabiduría ancestral de la psicología budista que te ofrecemos en una versión moderna y actual a través de talleres y espacios de práctica que nos preparan para utilizarla en las situaciones de la vida cotidiana.

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Ofrecen conocimiento y experiencia sobre la transformación y el desarrollo de la mente en base a la experiencia filosófica y psicológica budista.
En ellos encontrarás módulos específicos que abordan cómo transformar las circunstancias difíciles de nuestra vida en oportunidades para el desarrollo de estados de paz estable y buen corazón.

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