De acuerdo con el budismo, la naturaleza de la mente es calma. Hablamos de mente no solo como intelecto, hablamos de mente entendida como pensamientos, emociones, sentimientos, manera de entender la vida, maneras de reaccionar.

El bullicio de pensamientos, emociones, etc. no forman parte de la naturaleza esencial de la mente, sino que son un producto. Cuando se deja reposar la mente de forma natural, sin reaccionar, la mente se calma y el volumen de pensamientos se reduce.

Desde esa calma incipiente se puede investigar la mente, ver su estado y transformarlo. Este trabajo de transformación es el que facilita que la calma mental sea estable en el tiempo. En las sesiones y cursos del centro se explica cómo funciona la mente y cómo meditar para transformarla según han experimentado sabios y meditadores budistas a lo largo de siglos.

Aunque las técnicas de meditación son de raíz budista, la aproximación es laica y abierta a todo tipo de personas, por lo que son aptas para cualquier persona, sea principiante o con experiencia.